Samira Huamán de Lima y Scarleth Cortez de Cajamarca, fueron reconocidas entre más de dos mil participantes en el certamen “Macondo sí tiene quien le escriba”, certamen infantil que impulsa el talento literario y la identidad cultural.
Desde los cielos grises de Lima hasta las montañas de Cajamarca, dos niñas peruanas han dejado una huella imborrable en la literatura infantil iberoamericana. Samira Huamán y Scarleth Cortez fueron seleccionadas entre más de dos mil postulaciones de 21 países en un concurso que celebra la creatividad, la identidad cultural y el poder transformador de contar historias.
Ambas fueron parte de la segunda edición de “Macondo sí tiene quien le escriba”, una iniciativa que rinde homenaje a Gabriel García Márquez al invitar a niñas y niños a escribir sobre su mundo, sus raíces y su imaginación.
Con tan solo 11 y 12 años, ambas demostraron que la imaginación no tiene límites cuando se cultiva con amor, curiosidad y raíces profundas.
Como reconocimiento, viajaron al Caribe colombiano para conocer los lugares que marcaron la vida del Nobel, como Aracataca, Santa Marta, Barranquilla y Cartagena. Ahí, no solo recibieron sus premios, sino también inspiración para seguir escribiendo.
Una historia sobre el cielo limeño
Samira, estudiante del distrito de La Molina, presentó el cuento “La Asnu Wiksa”, que significa “panza de burro” en quechua, como se le llama popularmente al cielo gris de Lima. La historia surgió a partir de un antiguo proyecto de ciencias, pero se convirtió en un relato donde memoria, ciencia e identidad se entrelazan con sensibilidad.
Literatura desde Cajamarca
Scarleth, oriunda de Celendín, cautivó con “El ajedrez mágico de Kaori”, un cuento en el que una niña viaja en el tiempo y se encuentra con el universo de José María Arguedas. La historia nació al ver un ajedrez en la biblioteca de su colegio y fue tomando forma con el impulso de su profesor de comunicación y el apoyo constante de su madre.
Fuente: RPP